La idea de construir un nuevo estadio es intentar favorecer al rugby y no depender de otros escenarios deportivos que también puedan tener actividad, como suele suceder. Esto explicaría por qué la FFR optaría por no renovar el contrato que la vincula con el Stade de France, y que culmina el año que viene.

Pierre Canou, presidente del máximo organismo rugbístico del país galo, sostuvo que «Pienso que el rugby y la federación de rugby son una empresa, y si una empresa quiere crecer, necesita ser independiente. Por ello todo comienza por construir un estadio propio y no depender de otros.”

Por estas horas, el hombre a cargo del proyecto es Serge Blanco, quien reconoció esta idea como algo muy positivo. A su vez, recordó que la final del Top 14 debió ser postergada en una ocasión porque el Stade de France fue sede de un concierto de Johnny Hallyday, un famoso cantante de rock del país galo. Por lo que encarar este proyecto es “algo muy positivo.”

«La federación francesa además pierde la mitad de las recaudaciones de los partidos internacionales que se ve obligada a organizar en el Stade de France», agregó Blanco.

El nuevo estadio, para el cual ya se han propuesto como sede las ciudades de Massy, Senart, Bondoufle y Marne-la-Vallee (todas en los alrededores de París), costaría unos 600 millones de euros.