El DT Sebastián Piñeyrúa decidió recurrir a un cuerpo de asistentes joven, con buena experiencia internacional, paralelamente, el equipo también puede representar continuidad y apertura respecto al anterior proceso
La lectura del nuevo cuerpo técnico
Fue una larga movida, de varios días, la que terminó definiendo al cuerpo técnico de Los Teros encabezado por Sebastián Piñeyrúa. Se trata de un equipo de varias personas, que tendrán la responsabilidad de conducir al seleccionado en los dos grandes objetivos del año: el Torneo Crossborder en febrero y marzo, y el Sudamericano de Brasil en mayo.
Luego de la negativa de Gonzalo Camardón a seguir ocupando el puesto de DT, la URU siguió buscando un equipo que representara continuidad con respecto al cuerpo técnico anterior. Por eso, el equipo armado tiene mucho del de 2010, con Piñeyrúa, que era uno de los ayudantes del ex Puma, como entrenador principal. Además, Pino fue entrenador principal de Los Teros durante 2004 y 2005, hasta su renuncia en el fin del mandato de Antonio Vizintín como presidente de la URU.
Luego del nombramiento, Piñeyrúa decidió recurrir a un grupo de ayudantes joven como Lemoine, Mendaro y Caffera, que representa a una generación que considera clave en el rugby uruguayo, por su experiencia mundialista y también en el rugby internacional –sobre todo de Lemoine, que acaba de volver de jugar al rugby profesional durante más de 10 años en Europa-, una generación que el DT considera está en el momento justo para formar parte de la toma de decisiones técnicas en el rugby uruguayo.
La continuidad del proceso anterior también se ratifica en la presencia de Bruno Grunwaldt, que realizará una de las tareas que ya le correspondía en el cuerpo técnico de Camardón, la de analista de videos. Junto a los tres anteriores, formarán el equipo cercano de Piñeyrúa. Además, la URU anunció la figura de dos asesores, como el ex DT Gonzalo Camardón y como el entrenador de Los Teros VII, Luis Pedro Achard, a quienes se planea tener como hombres de consulta.
Según pudo saber Rugbynews, el armado del cuerpo técnico, que corrió por cuenta de Piñeyrúa junto a sus asistentes, fue en base a criterios exclusivamente técnicos. Pero voluntaria o involuntariamente, la presencia de cada uno de sus ayudantes tiene significados en el contexto. Sí lo de Lemoine y Caffera representa continuidad –eran dos de los mayores referentes del plantel del año pasado-, lo de Mendaro –integrante del cuerpo técnico de Carrasco Polo- significa también tender un puente de diálogo con los jugadores del caballito, que el año pasado habían renunciado por diferencias con el proceso. “Si encima ayuda a limar asperezas, muchísimo mejor, pero los nombramientos están pensados con criterios exclusivamente deportivos”, aseguró a Rugbynews una fuente cercana al cuerpo técnico. Por lo pronto, desde Carrasco Polo se le dio todo el apoyo a Mendaro para aceptar el llamado, según fuentes del club.
Paralelamente, en este rugby uruguayo tan conversado y discutido, donde cada movida da para que cada uno haga su lectura política, la nominación significa una buena noticia para la URU, que se asegura al mismo tiempo continuidad y apertura para solucionar uno de los mayores focos de crisis de 2010.
La URU siempre defendió el proceso, aún con los costos de las renuncias de jugadores. “En el acierto o en el error, este es el camino que elegimos”, dijo en su momento a Rugbynews el DT Camardón. Pues bien, ahora se ratifica, pero simultáneamente se apuesta a la apertura. ¿Servirá para solucionar los conflictos del año pasado? Habrá que ver qué citaciones se realizan (por lo pronto, el grueso del plantel va a ser el que jugó las eliminatorias el año pasado, más algunas incorporaciones), y si hay alguna negativa a participar del seleccionado. Allí se verá si, en esos casos, pesa más la continuidad o la apertura.
Se trata de un cuerpo técnico de transición, para enfrentar los desafíos de 2011 como el Crossborder y el Sudamericano. Sin embargo, el equipo tiene varias ideas de cómo debe trabajar a largo plazo el seleccionado, que intentará empezar a plasmar este año, para que no sea un año perdido, como suele ser el posterior a una eliminación.