Las declaraciones del pilar de Los Teros respecto a la situación económica de la Unión generaron mucha molestia entre los dirigentes
Las duras declaraciones de Alejo Corral de la semana pasada generaron molestia en el seno de la URU. No tanto por la protesta, que ya había tenido un antecedente pocos días antes en la entrevista conjunta que el plantel de Los Teros dio a RugbyNews, sino por el tono en que se dio. El tenor de las acusaciones de “incompetencia” o de “me quita el sueño las trabas que los dirigentes nos ponen para llegar a la RWC 2015″ generaron la reacción molesta de varios dirigentes, que analizarán en los próximos días los pasos a seguir para evaluar si cabe alguna sanción.
Desde la URU, el primer comunicado de los jugadores fue visto con lógica. “Tienen toda la razón”, le comento a RugbyNews una alta fuente de la URU al día siguiente de la entrevista, reconociendo que se estaba muy lejos del apoyo que merecían los jugadores. Ese razonamiento se ratificó en la carta del presidente Marcello Calandra a los clubes, donde expresó: “estamos en deuda con nuestros jugadores”.
Además de la situación económica, desde los jugadores se reaccionó con molestia a lo que ellos vieron como una tranca desde la URU al Fondo Teros. Entendían que, en un panorama económico complejo, la URU le ataba las manos a los jugadores para buscar sus propias soluciones, que ya significaban una última salida de emergencia ante la falta de soluciones de parte de los dirigentes. Desde la URU la visión es un poco diferente: según contaron fuentes dirigenciales a RugbyNews, el Fondo Teros se ve con buenos ojos, pero se advirtió a los jugadores que la forma de ponerlo en práctica debe ser muy cuidadosa, sin dejar cabos sueltos que luego puedan comprometer a la imagen del producto Los Teros o de los propios jugadores, o traer complicaciones legales. Y que ante todo, se debe armar una estructura para que no sean los jugadores quienes estén buscando los recursos.
Toda esa situación de frustración y de no ver salidas claras fue la que llevó a los jugadores a salir a responder, y “apretar” públicamente a la Unión para que por fin se pase de las palabras a las soluciones concretas, aunque con el suficiente margen para dejar abierta la puerta al diálogo. Se decidió que fuese conjunta para reforzar la posición, y para evitar dejar a alguien expuesto si salía a hablar en solitario, algo que ocurrió pocos días después con Corral.
Ahora habrá que esperar a los próximos días para ver si existe alguna sanción de parte de la URU, que podría extender el conflicto si se genera alguna respuesta de parte de los jugadores.