Para el plantel, para el cuerpo técnico, para los dirigentes, una victoria en el test match del sábado tendría mucho valor, en diferentes ámbitos
Ignacio Chans-Redacción RugbyNews
Una final. Así preparan los jugadores el test match del sábado ante España, a las 16 en el Estadio Charrúa. El equipo concentra esta noche tras el último entrenamiento exigente, en el que seguramente el DT Pablo Lemoine pare el XV titular y anuncie los 22 que estarán a disposición el encuentro.
Es que por más que es un test match, hay unos cuantos argumentos para sostener que hay mucho en juego. No hay clasificaciones a siguientes instancias ni objetivos literales: son mucho más sutiles, pero quizás igual de importantes que aquella de mayo ante Chile por el Sudamericano.
En primer lugar el ránking IRB: ganar significa meterse entre los 20 mejores (España está 20 y Uruguay 21). Y si bien no es un pasaporte garantizado a ser considerado un Tier 2 pleno -para eso habrá que clasificar al Mundial- sí se ha considerado un argumento fuerte para seguir sumando apoyo de la Internacional, de cara al año clave de 2014, con dos instancias para clasificar a Inglaterra 2015. Será pasarle un mensaje a la IRB: “Miren que estamos para más”. De hecho, el presidente de la URU Marcello Calandra se encuentra en Dublín para la Asamblea IRB entre el 17 y el 21 de noviembre, donde tiene como objetivo conseguir más apoyo económico. Una victoria caería en el momento justo ante esas gestiones políticas.
Pero ese mensaje de “miren que estamos para más”, indudablemente, también se pasará de los jugadores a los dirigentes, que ya anunciaron que están en busca de poder darle al menos un sistema de viaticado al plantel para el año que viene. Los jugadores, paralelamente, relanzaron el Fondo Teros, para también poder conseguir por su cuenta fondos que los ayuden a la clasificación.
A nivel deportivo, el encuentro ante España es la chance de cerrar con victoria y con sonrisa un año con muchísima actividad internacional, y también con altibajos: un buen Sudamericano, donde se cumplió el objetivo de ganarle a Chile y se estuvo cerca ante Jaguares; una Tbilisi Cup donde se hicieron muy buenos partidos ante Sudáfrica e Irlanda, además de aparecer nombres nuevos; y una Americas Cup con claroscuros: un gran primer partido ante Canadá –no se supo ganar- y luego derrotas ante Jaguares y EEUU pagando caro los momentos de afloje. Además allí se dio el primer gran cortocircuito de la temporada entre jugadores y el DT Pablo Lemoine.
La llegada a Uruguay desdibujó un poco el panorama: la amplia derrota ante Rosario 57-5 y la sorpresiva caída del sábado 25-3 ante Pucará sembraron incógnitas sobre el momento en que llega Uruguay. Lo bueno es que, tras la dura entrevista de Lemoine con RugbyNews y el cimbronazo interno que generó, las asperezas entre cuerpo técnico y jugadores se han ido limando y las tensiones bajando, de manera de llegar al test de España en calma y con un objetivo conjunto (de hecho, la designación de un plantel sin sorpresas fue una señal que Lemoine ya había anunciado: las puertas siguen abiertas para todos). Una victoria sería dejar esas cosas en el olvido, de cara a la pretemporada y a 2014.
Lemoine ha dicho que es el segundo partido más importante del año, detrás del de Chile. Porque es una de las pocas pruebas de la temporada contra un seleccionado principal de similar nivel, y el punto de referencia para un hipotético repechaje final –si se cumple con la lógica, que implica derrota con EEUU y victoria ante el 2 de Asia-, que sería ante Rusia o Portugal. No hay muchas oportunidades de este tipo de encuentros, y por eso las conclusiones valen mucho. Es además una de las pocas oportunidades en que se tiene todo el plantel a disposición, incluidos los del exterior, luego de ir a la Tbilisi y a la Americas con muchos jóvenes, debido a la imposibilidad que tienen los jugadores amateurs de hacer frente a todo el calendario internacional.
Pero además, el partido ante España es, por el momento, la última gran prueba antes de EEUU. Luego vendrán dos semanas de descanso, un mes de test físicos, y en enero la pretemporada. Y a la salida de ella, por el momento no hay nada confirmado. Está en los planes una gira a Sudáfrica en los días previos a enfrentar a las Águilas, pero de momento no hay nada definido. Y con los Crossborder ya en el olvido, tampoco hay demasiadas opciones, más allá de amistosos ante clubes argentinos.
A todo eso se le suma que al equipo le quedó una espina por la derrota del año pasado ante Portugal, cuando se reconoció que la forma de encararlo no había sido la mejor –era la etapa previa al logro del Centro Charrúa, cuando los jugadores clamaban con desesperación mejores medios para prepararse-. España, en ese sentido, es una manera de reivindicarse ante la gente.
Por todo eso, lo del principio: para Los Teros, el desafío del test match del sábado es completo.