En la reunión de presidentes con la URU se acordó que se reduzca el grupo seleccionado y que los jugadores puedan entrenar una vez por semana con sus equipos

Buenos resultados tuvo la reunión de Presidentes que se realizó ayer en la URU. Allí se limaron las asperezas que trajo la relación selección-clubes en los últimos tiempos, y se llegó a varios consensos importantes.

En primer lugar, se decidió reducir la lista de trabajo de Los Teros para los próximos meses, para dejarla en el entorno de los 20 jugadores, lo que le permitirá a los clubes reforzarse de cara a la temporada. Además se acordó que los jugadores entrenen todos los jueves con sus instituciones y que los fines de semana que no haya compromisos de la selección puedan actuar con ellos. Se entendió que la parte fundamental, de acondicionamiento físico, requería de un esfuerzo para que la selección contara en exclusividad con los jugadores, y con esa esta casi finalizando, se podrá ceder a los rugbiers.

Algo similar ocurrirá con los jugadores del seleccionado juvenil que se prepara para el Mundial de Japón, y que sumado a las ausencias por las citaciones a la mayor mermaban en gran medida el potencial de los clubes. De todas formas, la medida seguramente complicará la preparación de Los Teritos, que también salen de un duro trabajo de pretemporada y que se aprestan en estas semanas a retomar los trabajos con pelota.

Además, desde la Unión se reconoció el apoyo de los clubes a la selección, y que ni aún en los momentos de mayor enfrentamiento los jugadores dejaron de estar disponibles para Los Teros, mientras que desde los clubes se renovó el apoyo a la directiva y a las gestiones internacionales realizadas por el Presidente Gustavo Zerbino.

Con eso se estableció, luego de varios meses tensos, una “paz” entre la URU y sobre todo Carrasco Polo, que había sido el principal opositor a algunas de las medidas del entrenador argentino Guillermo García Porcel, en especial luego que el equipo del caballito decidiera retirarse del Torneo Regional del Centro por falta de jugadores.