La derrota con Chile dejó bastante tela por cortar. Mucho era lo que se había hablado en la previa, y de hecho, en los corrillos del rugby, una de las lecturas antes de iniciarse el torneo, desde veredas opositoras pero también oficiales, decía que un resultado negativo ante Chile podría hacer peligrar la ayuda que la IRB a Uruguay para sostener sus planes de High Performance.

 

El escenario es tremendista, porque los planes que se presentan ante el organismo internacional, que incluyen mediciones de resultados y completas auditorías, dependen de bastante más que un resultado negativo. De todos modos, es un signo de alerta el retroceso mostrado con respecto a dos años atrás, cuando Los Teros le ganaron por 40 puntos a Los Cóndores. Sumado a eso, seguramente habrá en los próximos tiempos una presión política de Chile, que buscará un apoyo similar al de Uruguay, argumentando que ese resultado demuestra que está en un nivel similar al del rugby celeste.

 

Pero si bien el escenario es excesivo, hay signos de alarma. En definitiva, lo que evalúa la IRB son proyectos de política de selección, y allí es donde Uruguay no ha cumplido con lo que se le pide. Según pudo saber Rugbynews, desde la IRB no hubo condena, pero sí un severo llamado de atención por la alta rotación de Uruguay en los últimos torneos internacionales, producto de sus problemas políticos internos.

 

Entre el Crossborder y el Sudamericano debutaron 21 jugadores. Y si bien se está en pleno recambio tras la eliminación del Mundial, lo cierto es que el cuerpo técnico no pudo contar con el 100% en ambos torneos. Este año no hay un trasfondo de conflicto tan claro como en 2010, pero en el hecho de que no se pudiera contar con varios jugadores este año se unen errores de planificación con falta de proyectos consensuados con los clubes.

 

Ante todo, a la IRB le preocupa que el dinero invertido en planes de desarrollo de jugadores no tiene la continuidad necesaria como para desarrollar jugadores de acuerdo a lo que requiere la competencia internacional.

 

Respuesta oficial

Ese punto lo ratificó a Rugbynews el vice de la URU Alejandro Sagasti, quien encabeza la delegación celeste en Misiones. En la charla también llamó a los clubes a repensar el sistema, de manera de que la selección sea un objetivo de alta performance de todo el rugby uruguayo, algo que no se ha logrado hasta el momento debido a las diferencias entre la Unión y algunos de los clubes más importantes. 

 

“La IRB nos ratificó el apoyo, estuvo Mark Egan en la Asamblea de la Consur, justo vio el partido con Paraguay. Lo que nos dijo fue que teníamos que tener un sistema distinto, no podemos rotar tantos jugadores, si bien hay muchos que vienen desde hace un tiempo, otros ellos no los conocen. Tenemos que mantener una base”, reconoció Sagasti, que agregó. “El apoyo está, de hecho tenemos reunión la semana próxima para realojar parte del presupuesto, y  sobre la posibilidad de una gira por España y Portugal a fin de año. También se trabajando en el plan del seven y la M20, nos están apoyando. Yo creo que (las versiones de que una derrota ante Chile podía hacer peligrar el apoyo económico) son comentarios que siempre se tiran, pero no tienen fundamento. Pero la IRB mide por la competencia, entonces si venís con jugadores nuevos te dicen, ‘yo te estoy apoyando y tenés que presentar una evolución en el juego’. El tema es que, por los motivos que sean, los planes están sujetos a las circunstancias”.

 

“Tenemos que redefinir el tema de selección. Se lo tienen que replantear los clubes, sincerarse y empezar a trabajar con un sistema de alto rendimiento, que es lo que va a permitir crecer en la alta competencia y tener más jugadores en alta performance, y tener un equipo seleccionado que se distinga, que logre identificarse con la gente”, agregó Sagasti. “La IRB apoya a los países que presentan proyectos. Tiene la voluntad de apoyar a los primeros 30 del ránking, siempre nos están ofreciendo competencia. Pero hay que hacer un balance, y empezar a sincerarnos. Debemos empezar a trabajar de otra manera. Creo que los jugadores van a ser fundamentales para eso, en la medida que transmitan en sus clubes que se sienten bien trabajando con estos planes. Tenemos q trabajar con un Pladar a la uruguaya, pero con imaginación”, apuntó.

 

“Ellos entienden q no podemos ser superprofesionales. Tenemos los planes hechos, pero necesitamos del apoyo de los clubes. No lo digo porque los clubes en su gran mayoría no apoyen, pero todos se tienen que alinear porque la selección es lo más importante”.

 

“Somos amateurs, pero miremos también la mitad del vaso lleno, no solo el vacío.  Por ejemplo, los procesos juveniles. Somos una fábrica de jugadores, y no puede ser que lleguen a mayores y se estanquen. Tenemos un campeonato local pobre, con pocos equipos, no tenemos una posibilidad de crecer a partir de una competencia local fuerte”. 

 

El vice de la URU también habló de esa evolución que pretende en organismo internacional, y que hasta ahora no se ha cumplido. “La IRB estudia absolutamente todo. El plan de high performance tiene diferentes proyectos, físico, nutricional, de competencia, de entorno de entrenamiento, tiene mediciones como los KPI (Key Performance Indicators). A partir de todo eso te asignan un puntaje, y si vos no sos capaz de presentar un proyecto y cumplirlo, si de la lista de jugadores, hay 12 o 13 que estuvieron, pero el resto son nuevos, hay un llamado de atención. Ellos quieren ver una continuidad en el tiempo, porque todo es medible”.

 

“No hay otra alternativa a esta, porque es la manera para que podamos seguir compitiendo. Brasil está trabajando de esa manera, Chile a su manera también, ni que hablar Argentina. Lo otro es apostar a jugar internamente, pero los chicos que han apostado al alto rendimiento, apuestan a otra coa, ven esto y quieren jugar contra, Pumas, o contra Portugal o Rusia, les gusta esto. Y creo que no es incompatible con la competencia local, se puede hacer con inteligencia y consensos”.