La IRB impuso una multa de 2.800 euros a los galos, por acercarse a pocos metros del lugar donde los neozelandeses realizaban su danza tradicional antes de empezar la final del Mundo
En polémica decisión, la IRB decidió sancionar a los galos por haberse adelantado más de lo que permite la norma impuesta por la IRB a la hora de desafiar el haka de Nueva Zelanda en la final del Mundial el último domingo.
Francia, muy lejos de achicarse por disputar una final del mundo, siendo el candidato a perder, jugando ante el local y su gente, le plantó cara a los de negro; y tomándose de las manos los jugadores formaron una “V” y se acercaron hasta a unos pocos pasos del lugar donde los All Blacks realizaban su tradicional danza. Pero a la IRB le pareció demasiado.
A la hora de justificar la sanción, el organismo recurrió a la norma que creó tras un episodio similar ocurrido en el Mundial 2007 entre los mismos rivales, cuando los galos se pararon cara a cara a los maoríes para desafiar su danza tradicional. Allí la IRB legisló que no se le permitía a ningún seleccionado aproximarse a más de 10 metros de los de negro a la hora en que realizasen su baile.
La multa es simbólica es más significativa en el hecho que en el costo: 2.880 euros. De todos modos, la sanción no convenció ni a los All Blacks: el manager Darren Smith, declaró que le parecía algo exagerada la pena sobre los subcampeones del Mundo.
