Luego del clásico se desató la polémica por los jugadores de Los Teros que puso Christians con permiso, Old Boys se quejó de que no hubo un anuncio oficial
El clásico tuvo otro partido que se jugó en el tercer tiempo. Es que Old Boys hizo saber su molestia ante algunos directivos de la URU, entre ellos el presidente Gustavo Zerbino, porque Christians tuvo en el banco y utilizó en la segunda parte a Rafael Álvarez, Manuel Martínez y Martín Espiga, que habían estado el sábado con Los Teros (allí solo jugó Álvarez en los minutos finales).
Los azulgranas argumentaron que eso no era lo establecido en la reunión del Hotel Cottage previa al arranque del campeonato, cuando se dijo que los jugadores que estuvieran el fin de semana a la orden de Los Teros no podrían jugar con los clubes, y que nunca se recibió una información oficial del cambio, aunque más no fuera para estar al tanto, ya que los dos jugadores de Old Boys en la selección –Juan Campomar y Joaquín Pastore- no podrían haber sido utilizados el domingo porque estuvieron en cancha con Los Teros los 80 minutos.
Desde Christians la posición es clara en el sentido de que se actuó de manera plenamente transparente. En la semana se le envió una comunicación por escrito al entrenador García Porcel, solicitando permiso para utilizar a los jugadores que no entraran a la cancha el sábado. La postura fue apoyada por el propio DT de Los Teros, quien incluso recomendó el sábado al plantel que aquellos que no jugaran o lo hicieran menos de 20 minutos pudieran estar a la orden de sus clubes, con el objetivo de que no pierdan ritmo, ya que varios han acumulado pocos minutos en las última semanas, y de cara a la Nations Cup necesitan juego.
“Las cosas se hicieron por derecha. Como siempre procede Christians, como el año pasado cuando nos autodenunciamos. Se consultó por escrito a Guillermo García Porcel, que respondió que le comunicaría a los jugadores cuál sería el punto de quiebre, que finalmente fueron los últimos 20 minutos”, aseguró el DT Sebastián Ithurralde, que por ejemplo, no pudo utilizar a Leandro Leivas, ya que ingresó a los 10 de la segunda parte del partido de Uruguay.
Desde la URU se aseguró a Rugbynews que la comunicación se hizo a todo el plantel el miércoles, una vez terminada la práctica –donde quedaron afuera 10 jugadores, incluidos Barreiro en Christians y De Posadas en Old Boys, que fueron titulares el domingo-, y que el sábado se repitió, con el criterio de los 20 minutos como límite. Algunas versiones indican que la comunicación del miércoles no existió, al menos a todo el plantel, aunque sí la del sábado.
De los suplentes del sábado, no entraban en esa situación Alejandro Silveira (Cuervos), que entró a los 30 del primer tiempo luego de la lesión de Juan Martín Llovet, que salió con un fuerte golpe en el ojo, Gonzalo Campomar (Carrasco Polo), quien ingresó a los 10’ del segundo tiempo, al igual que Leandro Leivas. Entre los que sí estaban habilitados, Álvarez entró en los últimos minutos mientras que Martínez, Espiga y Rombys no vieron minutos.
El tema se trató en el tercer tiempo, y los azulgranas reclamaron que no hubo un anuncio oficial de la URU a los delegados de los clubes, y que en caso de que fuese extraoficial, tampoco nunca les llegó la noticia. La respuesta habría sido que la URU estaba cerrada, por lo que la comunicación se le hizo a los jugadores, que deberían habérselo transmitido a las instituciones. Sin embargo, allí parece estar el punto de conflicto, ya que seguramente una comunicación oficial hubiese evitado tanta polémica.
El otro jugador en esa situación fue Juan Rombys. Desde Trébol, el directivo Alejandro Fernández aseguró que el club nunca tomó contacto con la noticia, y que les hubiese sido muy útil para fortalecer a la Primera y con ello a la Reserva, que perdió ante CTM.