Para ir haciendo boca, los detalles a tener en cuenta de los asiáticos de cara al repechaje

EN DEFENSA
Scrum, un punto a atacar
En ninguno de los dos partidos claves del Cinco Naciones, ante Corea y Japón, el scrum Hong Kong se mostró fuerte. En el primer partido el scrum no fue un elemento decisivo –de momentos casi parecía un tira-saca-. Contra Japón si tuvo problemas: nunca sacó cómodo, fue hacia atrás en la mayoría de las ocasiones y cometió varios penales por derrumbes o desprendimientos. Ante un rival como Uruguay, que es aún más fuerte en el scrum que los nipones, puede esperarse mucha insistencia celeste por allí.

Line defensivo, una incógnita
Sobre todo en el partido ante Japón, Hong Kong casi no disputó la ovalada en el line, sino que prefirió concentrarse en disputar un maul en el que de todos modos le costó mucho detener al avance rival. Ante un rival como Uruguay que ha tenido problemas en esa formación, la duda será sí decide optar por lo mismo o pelearle a los celestes, que por otro lado sí tienen un maul fuerte. Por otro lado, sí mostró buena obtención en los lines propios. Tienen buenos tamaños, algo que suele complicar a los celestes.

La defensa ordenada en el arranque, hasta que se cansaron
Ante Japón defendió mejor que ante Corea, aunque suele extraño. Ante los coreanos, la salida de punta de los centros en más de oportunidad le generaron huecos, que de todos modos el rival no supo aprovechar. En cambio, en el inicio del partido ante Japón mostró una defensa muy ordenada, compacta, cubriendo espacios y tackleando de a dos y reposicionándose para evitar que Japón penetrara y sobre todo tomara velocidad en los rucks. Fue sólido hasta el final del de ambos tiempos, cuando le costó más el reposicionamiento y los tries empezaron a caer por todos lados.

Por afuera hay ventajas
Lo demostró Corea cuando algún back salió a marcar de punta, o Japón cuando sumó suficientes fases: por afuera la defensa de Hong Kong mostró problemas. El segundo try de japonés viene de un line, tres puntadas en corto y una pelota a la punta, y el segundo vino en una jugada similar, mientras que el del 32-8, en el inicio del declive físico también vino de una pelota abierta y un salteo que desarmó a la defensa rival.

Perdieron en el uno a uno
Vinculado a lo anterior: cuando le llegaron uno contra uno, y cuando se cansaron y el doble tackle ya no funcionó, Japón –y también Corea- le generaron espacios por adentro.

Muchos son amateurs y se nota
De la misma manera que Uruguay se derrumbó en el final del partido de vuelta con Estados Unidos, a Hong Kong le pasó lo mismo en ambos tiempos del partido ante Hong Kong, lo que explicó seis de los tries: dos al final del primer tiempo y cuatro al final del segundo. Fue el momento en que la intensidad defensiva desapareció, y el rival encontró espacios.

ATAQUE
Poco ataque abierto, pero peligrosos cuando lo usan
Contrario a lo que se podía esperar de un rugby que tiene en el seven a su mejor exponente, Hong Kong no mostró en ninguno de esos dos partidos una apuesta decidida al juego abierto. Ante Corea, de local, la apuesta casi siempre fue a jugar con el pie cuando se tenía la pelota para generarle problemas al fondo. Contra Japón el pie casi no se usó, y en cambio se fue conservador, atacando cerca de las formaciones. De todos modos, el juego con el pie será algo a prestarle atención, y cuando Japón le dio ventajas, supo abrir la pelota para llegar al único try que apoyó en Tokio.

Ataque de pelota recuperada
Lo que sí intentó Hong Kong, en ambos partidos, fue el ataque de pelota recuperada. Así consiguió los primeros 10 puntos ante Corea, si bien el try fue más producto de los errores coreanos que virtud hongkonesa. Contra Japón lo intentó en algunos momentos, sobre todo con el wing izquierdo y el fullback.

Atentos para aprovechar drops
En ambos partidos decisivos obtuvieron 9 puntos de drop, y todos de jugadas desarmadas, en el que el flujo de juego venía por otro lado. El apertura se mostró atento y activo para sacar kicks con pocos metros y marca encima. En un partido cerrado y con mucho en juego, será algo a tener muy en cuenta.