Las formas de trabajar de los entrenadores son diferentes tal y como cada persona en el mundo es diferente a la otra. Y esto, cuando nos referimos a un profesional que dirige un plantel de jugadores, se ve reflejado en la cancha con el estilo de juego que tiene los equipos.    

 

Hoy por hoy, el equipo que sufre esto es el seleccionado italiano de rugby. Habiéndose terminado el contrato de Nick Mallet tras la última RWC, el mismo no fue renovado, sino que se apuntó a la llegada de un nuevo head coach que le permitiese seguir creciendo al rugby de los azurros. El elegido sería el francés Jacques Brunel. 

 

Interiorizándose respecto a los jugadores que conforman el plantel, el medio local, y demás elementos que caracterizan al equipo italiano y la FIR, el actual head coach manifestaría en un primera instancia que el potencial para ser un seleccionado poderoso existe; pero se debe trabajar a futuro si es que se quiere posicionar a la azurra en los primeros planos de cara a la próxima Copa del Mundo.    

 

Lo primero, tiene que ver con el estilo de juego dispuesto por los tanos hasta el momento, el cual parece estar bastante desbalanceado. Con Mallett, se encontró fortaleza con los delanteros. Italia supo ser un equipo agresivo, pero casi siempre sufrió a la hora de abrir la pelota, manifestaría el coach francés. 

 

El el plantel existen forwards capaces de competir con los mejores, pero todavía hay lugar para mejorar, para ser capaces de imponernos o tener la fuerza en los backs para jugar en el máximo nivel, agregaría. 

 

La idea es rebalancear el equipo, implementar un espíritu y crear libertad para la línea de tres cuartos para que desarrollen confianza en sí mismos, remataría el ex coach de Perpignan.