A esta altura, es difícil pensar que Carrasco Polo no sea campeón uruguayo. Es cierto que tiene los números totalmente de su lado, con el Apertura y Clausura a cuestas y la punta del Súper 4. Pero más que eso, el tema es conceptual: jugando como está jugando el caballito, es casi improbable que pierda dos partidos seguidos, la única chance que se le escape la copa.

 

Contra Christians fue una goleada 27-3. El caballito no le dio oportunidades al azul, y como en la final del Clausura, pegó en cada momento clave y luego lo frustró a base de defensa y un ataque con variantes para sumar.

 

Carrasco Polo no es los All Blacks. Es más, durante la temporada tuvo varios problemas para encontrar el equipo. Sin embargo, a esta altura se ha distanciado del resto porque tiene tan claro lo que quiere que es consciente de que cuando las cosas le salen, es imparable. No ha conseguido hacer de eso 80 minutos, y por eso la bronca el sábado de su DT Diego Ormaechea, aún con un 27-3 a favor, cuando en el segundo tiempo del sábado su equipo no podía traducir en más puntos esa comodísima victoria. Pero los lapsos en que domina son absolutamente definitorios, y denotan un equipo con juego, alternativas, largo plantel y poder letal en los últimos metros. 

 

Era una tarde dificilísima para jugar, por lo que ambos tuvieron que adaptar sus libretos. Polo lo hizo muchísimo mejor que un Christians que lució incómodo los 80 minutos, y allí estuvo una de las grandes diferencias.

 

Tras un inicio con duelo de patadas, pronto Polo empezó a posicionarse en campo rival. Los forwards impusieron condiciones, y así llegó el primer penal para que Asuaga pusiera el 3-0. Su banco lo festejó, y no era para menos: era el momento para inyectar energía, para que Polo se hiciese cargo del partido.

 

No le fue tan fácil, porque Christians, que por ausencias se vio obligado a poner casi todo lo que tenía en los forwards desde el arranque, fue  buscarlo a campo rival. Tuvo un par de buenos movimientos, pero no alcanzaron para quebrar a la defensa rival. Y para colmo, la marca de Polo funcionó a la perfección, no solo impidiendo el paso, sino pasando de defensa ataque en cuestión e instantes. Agustín Ormaechea encontró el espacio ante un ataque desordenado de Christians y quebró la ventaja. Jugó en el contacto, pero su pase encontró a un forward azul. Sin embargo, la presión de un Polo que corría mejor la cancha se mantuvo y llegó otro robo y Juan Diego Ormaechea corrió hasta el ingoal para poner el try. Primer golpe psicológico, y 10-0.

 

 

A partir de ahí llegó el mejor momento del caballito, que no podía largar todo su juego por el clima pero hacía bien el ABC, obteniendo y jugando en corto, y presionando la salida de Christians. Así, la presión derivó en un scrum en 5 yardas de Christians, y el juego abierto para que con un sutil toquecito con el pie de Etcheverry apareciera Gibernau y pusiera el try. Gol psicológico 2: 17-0.

 

Christians lo fue a buscar en el cierre, y tuvo algún par de buenas opciones, avanzando en corto y jugado por el ciego. Sin embargo, lo condenó su falta de punch. El equipo de Inciarte sintió más las condiciones del clima que su rival, y por imprecisiones –y una gran defensiva del caballito- no pudo sumar antes del final de la primera parte el try para acercarse. Sería su sentencia definitiva.

 

Claro, porque Polo volvió a  mostrar esa receta de efectividad en el segundo tiempo. Como en el primer tiempo, ganó el duelo de patadas, llegó a campo rival, abrió la pelota una vez y consiguió el penal que lo puso 20-0. Christians reaccionó y por fin pudo sumar de penal en una de las oportunidades que pudo sumar juego colectivo en campo rival. Pero otra vez, Polo demostró cuan letal puede ser cuando se lo propone. Y lo mejor, mostrando variantes: esta vez fue el line y maul para que Vecino encontrara el espacio y ya liquidara el encuentro con el 27-3,

 

Ya no hubo partido, porque Christians acusó el golpe. Polo, que había sido más, pero quizás no en 24 puntos, había puesto tal margen que llevó al azul a darse cuenta de que no tenía las herramientas para darlo vuelta. Sin precisión en el juego de manos, los forwards ya sufrían la superioridad de Polo. El azul probó con el pie al fondo y arriba, pero ya no tenía el resto para traducirlo en llegadas de peligro. Entonces el caballito volvió a campo rival y dominó en el cierre, aunque la distensión la victoria asegurada hizo que ya no apareciera su faceta efectiva, sino que las imprecisiones dominaran el cierre. A esa altura, ya importaba poco. Polo, el que tiene claro lo que quiere y lo lleva a cabo metódicamente, está a pasitos de reconquistar la corona de ser campeón uruguayo.

 

 

CARRASCO POLO 27-OLD CHRISTIANS 3

 

OCC: Durán / Ávalo / Capó / Álvarez / Protasi / Campomar / Rega / J. Ormaechea / Vecino / Berchesi / Labat / Parra / A. Ormaechea / Asuaga / Etcheverry.

 

OCC:  Lenoble / M. Espiga / Storace/ García / J. Horta / Cattivelli / Pérez / R. Espiga / Martínez / M. Arocena / S. Arocena / Llovet / Leivas / Favaro / Vázquez

 

Cambios CPC: Sánchez, Ortiz, Colucci, Berchesi, Aquistapache

Cambios OCC: Bermúdez

Puntos: 16’ penal Asuaga (CPC) 3-0, 20’ try J. Ormaechea convertido por Asuaga (CPC) 10-0, 30’ try Gibernau convertido por Asuaga (CPC) 17-0, 45’ penal Asuaga (CPC) 20-0, 51’ penal Favaro (OCC) 20-3, 54’ try Vecino convertido por Asuaga (CPC)

Cancha: Country Los Teros

Juez: Javier Borghi

Amarilla: S. Arocena (OCC)