El caballito fue muy efectivo para ganarle a31-15 a Old Boys con bonus y sacar cada vez más diferencias; las alternativas del caballito son su mejor ventaja pensando en la definición
Ignacio Chans-Redacción RugbyNews
Carrasco Polo no brilló, como no lo había hecho la semana pasada ante Los Cuervos. Pero pase lo que pase, para el caballito hay algo que no varía esta temporada: gana. Lo consigue jugando en gran nivel y también cuando no lo hace. A tal punto que este sábado, ante el escolta, jugó quizás al 70% de lo que puede, pero así y todo ganó con bonus y dejó con cero a Old Boys, para seguir sacando ventajas en la tabla. Eso es la mejor señal de su solidez.
En algún momento pareció que Polo ganó cuando se lo propuso. Claro que no fue así, porque tuvo un duro trabajo en buena parte del encuentro, pero sí es indudable que cuando aceleró sacó diferencias casi definitivas. Y luego que Old Boys lo fue a buscar, le alcanzó con volver a meter intensidad defensiva para liquidarlo.
El caballito es sólido. Y tiene claro que esta historia se define allá lejos, por octubre y noviembre, y solo en dos partidos. Llegar al techo a esta altura sería riesgoso, y por eso ahora hay que construir. Buscar herramientas, para ganar por diferentes vías. Eso es lo que lo tiene dominando la tabla con luz.
Old Boys había arrancado dominando, contraatacando por afuera, y casi llega al try jugando de manos y ganando espacios. Pero la defensa de Polo contestó, poniéndose firme y forzando un par de penales.
De a poco, el partido fue planteándose claro: el caballito dominando con claridad en el scrum, y Old Boys apostando a jugar por afuera y ganar espacios. Los dos conseguían meterse en las 22 rivales de esa manera, pero las defensas terminaban por hacer lo suyo. El resto era una batalla de kicks en el que ninguno conseguía sacar demasiadas diferencias, y penales o errores de manejo, y por eso el tanteador recién se abrió a los 22’, cuando Old Boys pudo ganar desde el line y maul y conseguir un penal para el 3-0.
Pero en un encuentro cerrado y con defensas firmes, Polo encontró una chance casi de otro partido: kick arriba en la salida de Old Boys, mala recepción, ataque de Tati Gibernau de frente y rompiendo tackles y try bajo los palos para el 7-3. Efectividad pura para pasar a ganar en un partido que le venía muy difícil.
Polo, que casi no no había intentado jugar por afuera en ese primer tiempo, lo hizo en el cierre y empezó a encontrar espacios, por la velocidad de sus backs y porque Old Boys fallaba llamativamente en los tackles. El resto lo hizo su clara superioridad en el scrum: pelota robada a Old Boys dentro de 22 y juego a la punta para el segundo try de Gibernau que cerró el primer tiempo con el 14-3.
Casi en un abrir y cerrar de ojos el caballito sacó una diferencia clave. Porque a los 2’ llegó el tercero, luego de jugar por el ciego del maul tras un line y que Campomar y Vecino hicieran el 2-1 para que el medioscrum apoyara el 21-3.
Old Boys tenía que salir a buscarlo. Ya no encontró la claridad del primer tiempo por afuera, entonces apostó a otra especialidad de la casa: el maul. Y se fue decididamente por ahí, sin pensar en otra cosa, lo que fue lógico porque consiguió dos tries para achicar en 12 puntos la diferencia y quedar 21-15.
Entones fue que apareció la solidez de Polo. Llevó el juego con el pie a las 22 de Old Boys, y el azulgrana ya no optó por patear sino por salir jugando. Y se encontró una defensa que le tapó todos los caminos, al punto que casi no pudo salir de su campo. Y lo liquidó con un try de intercepción de Etcheverry, producto de esa actitud: ir a buscarlo a Old Boys, lo que también le valió un penal para el 31-15 final.
Lo del principio: buscar herramientas para ganar. En eso anda Polo. Construyendo su solidez para la hora que realmente valga.