El caballito le pasó por encima a Old Cristians, con un 30-6 que le dio otro título de Campeón Uruguayo
Por Ignacio Chans. Fotos Victoria Acuña-Redacción Rugbynews
No puede ser casualidad. Las historias se repiten en los últimos años, a pesar de que el rugby de hoy es muchísimo más parejo que el de hace 20 años, cuando Polo sumaba un título tras otro. Perlo cierto es que, cuando llega la hora la definición, no solo ocurre que el caballito se queda con la final. Al menos en tres de las últimas cinco ha sido con tal superioridad sobre el rival, que impresiona.
Planificación, conocimiento, consistencia. Calidad de jugadores, variantes, y un plan. Y finalmente, mentalidad, para en la hora decisiva pasarle por encima a un rival parejo. Con todos esos argumentos, los acumulados y los que puso a brillar sobre el césped de Charrúa, Carrasco Polo le ganó 30-6 a Old Christians para asegurarse su 21 título de campeón en 23 años.
El partido fue mucho más abierto que lo que se podía pensar. Desde el arranque, y con la buena noticia de que la lluvia no había transformado a la cancha en un barrial, los dos se mostraron dispuestos a hacer de la final algo más que un conservador concierto de kicks: la cancha ofrecía espacios, sobre todo en el ancho, y con dos equipos que apostaron a jugar todo el año, era la oportunidad para ver una buena final.
Y cumplieron, proyectando a sus tres cuartos y animándose a jugar con las manos. Christians era más en los primeros minutos, porque podía usar el pie para mandarlo a Polo al fondo. Obtenía limpio en el line -incluido un robo a Polo, el único del partido- y atacaba. No podía quebrar, pero conseguía un penal para ponerse 3-0.
Polo empezó arrinconado, pero desde el arranque demostraba su poco interés en patear, intentando sumar fases desde su cancha, algo poco común para una final. Y en la primera pelota limpia que tuvo lastimó más que su rival: scrum, Ormaechea que se levanta e inicia una excelente jugada colectiva, con los backs ganando la ventaja por la banda, para que luego los forwards armaran un maul, siguieran penetrando y saliera la pelota abierta otra vez, para luego sumar un par de fases con el pick and go hasta llegar al try de Capo para el 5-3: ¿hay algo más completo que un try así? El trabajo, del año, puesto en marcha.
Christians volvió a obtener de salida -hasta ahí la obtención seguía siendo lo mejor del azul-, a largar y a jugar de tres cuartos. A presionar en el ruck y obtener alguna pelota. Todas buenas intenciones, pero no le alcanzaba más que para conseguir otro penal, producto de una defensa apostaba a no ceder un espacio más que a recuperar. Algo bueno en un partido cerrado, si no fuera porque el rival empezaba a mostrar las garras.
Y de a poco, Polo empezó a transformar el partido. Porque a esa defensa le agregó aún más agresividad en el contacto con la pelota, más velocidad para integrar a forwards y backs. Y sobre todo empezaba a torcer la historia en el scrum: obtenía con comodidad y ensuciaba las pelotas del rival, que se iba acostumbrando a ya no tener opciones claras. Ese juego de recuperación y ataque de Polo derivó en dos penales para ponerse 11-6. Y luego, esas buenas señales le daban todavía mejor resultado: otro line jugado con velocidad, proyectando a gordos y tres cuartos, para crear otro maul y que Ormaechea se desprendiera para apoyar el 18-6 y poner un resultado que dejaba al rival en situación limite.
Polo está hecho para estas circunstancias. Por eso, en el amanecer del segundo tiempo le dio el golpe de gracia: a los 45′, tras poner la pelota en las 5 tardas de Christians, Polo le giraba un scrum azul y luego ponía rueditas al suyo, para que Ormaechea se zambullera y en dos tiempos pusiera el try del 25-6.
A esa altura, Polo era más en el juego, pero también mentalmente. Christians jugaba desesperado, cometía errores tontos en la salida. Intentaba avanzar casi de primera fase, y buscaba de lado a lado. Y aunque movía la primera línea, no tenía resultados. Todo eso se reflejaba en la siguiente jugada: presión al fondo de Christians, que salía mal y cedía un line en cinco yardas. Polo que juega rápido, tuya-mía de la torre al hooker y Ávalo que apoyaba el 30-6, cuando solo iban 17 minutos del segundo tiempo.
Quedaba una enormidad de tiempo, que solo sirvió para demostrar dos cosas: el corazón de Christians agotando todas las armas: desde el ciego del line, por el lado abierto, cruzando kicks -y demostrando que definitivamente no era su tarde-. Y lo otro, la enorme defensa de Polo. No es fácil mantener la intensidad cuando el apartido está liquidado, pero el caballito siguió tackleando una y otra vez, hasta la última jugada.
Lo otro estaba definido hace rato: Polo había demostrado, desde allá por lo los 20 minutos, que había entrado a jugar una final como solo él sabe hacerlo en Uruguay.
CARRASCO POLO 30-OLD CHRISTIANS 6
CPC: 1. Capó/ 2. Ávalo/ 3. Durán/ 4. Álvarez/ 5. Protasi/ 6. Lamanna/ 7. Conti/ 8. J. Ormaechea/ 9. Vecino/ 10. Berchesi/ 11. Méndez/ 12. Martínez / 13. A. Ormaechea / 14. Gibernau/ 15. Etcheverry. DT: Ormaechea-Lamé-Silva
OCC: 1- J.Astiarraga, 2- M.Espiga, 3- Echeverría; 4- F.Storace, 5- J.Horta; 6- R.García, 7- Tarabal, 8- R.Alvarez; 9-M.Martínez, 10- M.Arocena; 11- G. Del Cerro,12- J.M. Llovet, 13- Lestido, 14- F.Favaro, 15- A.Vázquez. DT: Barreiro-Storace-Canesssa-Arocena
CAMBIOS POLO: Parra x A. POrmaechea, Rega x Álvarez, Sánchez x Capó, Aguirre x Méndez, Sagario x Durán, Rivera x Protasi
CAMBIOS OCC: Astigarraga x Bermúdez, Demarco x Storace, Harley por Echeverría, R. Espiga x Horta
PUNTOS: penal Favaro (OCC) 0-3, try Capó 5-3 (CPC), penal Favaro 5-6 (OCC), penal Berchesi (CPC) 8-6, penal Berchesi (CPC) 11-6, try J. Ormaechea convertido por Berchesi (CPC) 18-6, try J. Ormaechea convertido por Berchesi (CPC) 25-6, try Ávalo (CPC) 30-6, try
CANCHA: Estadio Charrúa
Juez: Eduardo Blengio, Carlos Bueno, Alejandro Longres
TARJETAS: No hubo
INTERMEDIA: Christians 13-Polo 12 (habrá finalísima el 27/10)