El DT de Carrasco Polo, Diego Ormaechea, homenajeó al PF del equipo Washington “Quique” Amarillo, y recriminó que las selecciones uruguayas no lo tengan en cuenta
La cara de Diego Ormaechea era de bronca. Esa sensación se le traslucía al DT de cerca, en el medio del festejo de Carrasco Polo tras la goleada 30-6 a Old Christians. La bronca no tenía nada que ver con lo ocurrido en la cancha, donde su equipo acababa de dar una clase de rugby. Reflejaba lo que ocurrió en el año en las negociaciones políticas por el armado de la selección. Tras la guerra de 2010 y 2011, este 2012 fue de negociación. Marcello Calandra, desde la presidencia, intentó un discreto proceso de diplomacia, buscando poner al frente de la selección a las dos figuras más importantes del rugby uruguayo, Pablo Lemoine y Ormaechea. El intento fracasó, por varios caminos. Uno de ellos fue la figura de Washington «Quique» Amarillo, preparador físico de Carrasco Polo. Una de las figuras que ha construido esta hegemonía del caballito, pero a su vez, el nombre más resistido por el resto de los clubes. Como hace dos años, la negociación se trancó allí. Por eso, a la hora del festejo, Ormaechea lo recordó especialmente y reprochó a la URU el tenerlo «proscripto».
Esto es fruto del trabajo de muchísima gente. Esto tiene raíces muy lejanas, tal vez en la formación de los chicos. Hay mucha gente trabajando en el club, y para ellos todo el reconocimiento. Sobre todo en el trabajo físico. Yo se lo quiero dedicar a Martín Aguirre, un precursor y un gran apoyo en el trabajo de inferiores, que sustituía a quien sea de forma callada. Por otro lado a todos los entrenadores que trabajan en inferiores, para que después nos beneficiamos los entradores que trabajamos arriba, e incluso la selección nacional. Y un reconocimiento especial a la parte física, donde está Bernardo Amarillo, Quique y Germán. Es una gran pena que el rugby uruguayo se pierda de tener esa gente que en un rugby cada vez más físico, por suerte nos tiene definiendo todas las finales. El gran hacedor de todo eso, de ese trabajo físico es Washington Amarillo. Pero los directivos no lo ven. Un poco es el momento de reproche, es una pena que no lo interpreten.
Se te nota molesto.
Es que te da bronca. El lunes se va un equipo y el 50% del plantel es de Carrasco Polo. Todo el mundo critica como se procede, pero después se beneficia. De todas maneras los jugadores hoy tuvieron una tarde maravillosa, con juego desplegado. Hay que interpretarlo bien, porque si los delanteros no ponen la pelota adelante se complica. Pero el ancho de cancha supimos utilizarlo muy bien, con pases largos.
¿Fue un partido perfecto de Polo?
En el juego para buscar los espacios hay que profundizar, si los forwards no obtienen no viene lo otro. Hay un viejo refrán que los partidos los empiezan a ganar los forwards y los terminan los backs. Integrados y con dos líneas de ataque, que da un montón de posibilidades. Fue así.
¿El balance es de alegría y bronca por lo que me decías?
Lo digo con el mejor de los espíritus. A veces esas limitantes que nos ponemos, proscribimos gente cuando los resultados son contundentes. Así estamos, con un rugby de pocos. No es mi intención crear una polémica, es una observación. Quiero dejar claro el homenaje a Quique. Que vean los campeonatos y vean cómo están los planteles.