Se recibió de revelación
Samoa cayó 13-5 ante Sudáfrica, pero dejó la Copa del Mundo con una gran imagen
Samoa se fue de la Copa del Mundo con la frente bien alta. Llegó con la difícil tarea de encarar el Grupo de la Muerte, ante Sudáfrica, Fidji y Gales, y cumplió mucho más allá de lo esperado. Mostró una nueva cara, mucho más cerca del rugby top que el de la potencia desordenada del rugby de las islas. Así le hizo un gran partido a Gales –mereció ganarlo, pero perdió 17-10- goleó a Fidji y a Namibia, y en la última fecha perdió 13.5 con los campeones del mundo, en un partido donde merecieron al menos llevarse un bonus y donde enloquecieron a la defensa sudafricana en varios lapsos del partido.
Fue una batalla física, jugada al límite y donde Samoa terminó desordenándose ante el gran trabajo en el ruck que mostraron los Springboks, que robaron varias pelotas y que en otras forzaron a los samoanos a jugar tan rápido la pelota en el post tackle, que derivó en varios knocks on y pelotas perdidas. Apenas un try de cada lado, para demostrar la dureza de las defensas, que exigió en lo físico hasta el último minuto.
Sudáfrica fue el dominador de los primeros minutos, posicionándose en campo rival y sumando un try de Habana y dos penales que le dieron la ventaja de 13-0. Ya en el cierre de esa primera parte, Samoa se animó y jugando con velocidad de manos, pero también con apoyo para sumar varias fases dinámicas, merodeó las 22 de Sudáfrica, aunque sin poder sumar. Así llegaron al try en el minuto 51 por medio del octavo George Stowers (13-5), lo que hizo temblar a los sudafricanos en los instantes finales.
Con más potencia física que en el cierre del primer tiempo, y quebrando la línea de la ventaja con buenas corridas de sus tercera línea, Samoa estuvo muy cerca se llegar a otro try y ponerse a tiro, pero la buena defensa de Sudáfrica lo impidió dos veces sobre la misma línea del ingoal.
En el cierre el partido se hizo más abierto, porque los dos acusaron el desgaste físico y las defensas perdieron intensidad, aunque también crecieron los errores con las manos.
13-5 final para Sudáfrica, que asegura el primer lugar de la serie, y espera por los Wallabies o Irlanda. Del otro lado, uno de los mejores saldos de este Mundial: Samoa avanza en un rugby moderno, y se acerca a las potencias. Todavía tiene mucho para seguir puliendo, lo que es una garantía de que, de seguir por este camino será un nombre a tener en cuenta en futuros mundiales.