Las palabras de Lemoine a RugbyNews generaron  molestia en los referentes de Los Teros, que tendrán una reunión con el DT para dar vuelta la página

Gentileza Ignacio Petunchi / Diario El Ciudadano

Pasar la tormenta. Eso es lo que buscan los jugadores referentes de Los Teros, quienes tienen pensado mantener una reunión este martes con el DT Pablo Lemoine, al volver a los entrenamientos tras la derrota 57-5 con Rosario. Es que las palabras del Head Coach en entrevista con RugbyNews, en la que criticó fuertemente a los jugadores de más experiencia por su rendimiento en la Americas Rugby Champsionship, calaron hondo en el plantel.

Los jugadores entienden que las críticas (acerca de los fallos en los tackles, de una actitud displicente y de que la selección no debe ser un “club de amigos”) fueron injustas y desmedidas, y que en todo caso debieron quedarse en la interna, y no ventilarlas hacia la opinión pública.

Del otro lado, el objetivo de Lemoine fue sacudir la interna, por lo que entiende fueron algunos flojos rendimientos en la ARC. El mensaje en la entrevista fue claro: no hay puertas cerradas para nadie, y de aquí al test match ante España tienen la oportunidad de demostrar que está equivocado, pero también dejó claro que tiene asegurado su lugar. Por otro lado, las palabras también buscaron llamar la atención de la dirigencia, presionando para lograr, de una vez por todas, que se pueda conseguir una remuneración parcial para los jugadores, expuestos a un esfuerzo profesional sin ver un solo peso.

En ese punto ambas partes coinciden: los jugadores sienten que se ha mejorado muchísimo respecto a la crisis de un año atrás, pero que esa misma evolución los obliga también a un esfuerzo enorme, en el límite de lo que pueden soportar siendo 100% amateurs.

La molestia de Lemoine también tiene un trasfondo en el funcionamiento de la URU y el Centro Charrúa. El crecimiento obligó a desplazar a Ignacio García, quien era el secretario técnico del seleccionado, al cargo de responsable de infraestructura del Centro. De esa manera, tanto Lemoine como Emiliano Caffera tuvieron que empezar a encargarse de muchas más tareas, lo que les ha quitado tiempo para las específicas de cancha.

Más allá de las razones de uno y otro lado, las palabras provocaron malestar y una de las semanas más tensas del proceso. Fue un factor más que influyó en un viaje a Rosario que ya representaba un riesgo por el nivel del rival a enfrentar, y que encima se encontró con muchos contratiempos extra. El viaje, que debía demora ocho horas, demoró 14 porque el ómnibus contratado tenía trancado el velocímetro hasta 90 km por hora. El plantel llegó a la 6 de la mañana a Rosario y se tuvo que ir a las 11 del hotel, por lo que tuvieron apenas unas pocas horas de sueño. Y en la cancha se encontraron con un equipo muy fuerte, con la base del Duendes campeón del Interior y completado por varios Jaguares que estuvieron en Canadá. El desgaste del viaje –y del viaje anterior, de Canadá a Uruguay entre domingo y lunes- se hizo sentir, y el equipo fue superado con mucha claridad.

¿Hubo una intención de “pasarle factura” al DT en el score abultado de Rosario? Los jugadores coinciden que no. “Al revés, queríamos que tuviera que retractarse de sus palabras”, dijo un jugador que prefirió el anonimato, y que sostuvo que en el segundo tiempo el equipo sintió el desgaste y fue superado con mucha facilidad. Es más: muchos sienten que, en el nivel actual, las provincias “top” son más duras que la mayoría de los rivales de la Tbilisi o la Americas, y si a eso se la suma las malas condiciones físicas y anímicas en las que se preparó el partido, el combo es letal.

En estos días Lemoine ya tuvo una conversación separada con algunos de los jugadores, para cerrar la crisis, pero hay varios que quieren tener una charla franca y en correctos términos, para hacerle saber que esas cosas no pueden volver a pasar. Tienen claro que una división en la interna en este momento es el peor enemigo, y por eso quieren acercar partes y dar vuelta la página.