Luego del Sudamericano y el Seven de Las Vegas vendrán ocho largos meses antes del Panamericano, por eso la URU busca concretar torneos y acompasar la preperación
Un año con interrogantes
Con el Sudamericano y el Seven IRB de Las Vegas en febrero, se cerrará una muy intensa etapa de trabajo para el seleccionado de juego reducido, en el inicio de un año clave para el deporte: el de la entrada en el Circuito Olímpico, a través de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, en octubre 2011.
Además de lo que significa deportivamente, la entrada en los Juegos significa también que la URU pasa estar en la órbita de las federaciones que reciben apoyo desde el Comité Olímpico Uruguayo. Ese aporte será fundamental, junto a los sponsors y a los fondos IRB, para conseguir competencia durante el año, que permitan mantener, en la mayor medida posible, el trabajo que se ha realizado en estos meses.
La preocupación pasa porque los Panamericanos se disputarán en octubre, una fecha en la que hay muy poca actividad de Seven, a excepción de los países más fuertes como Canadá, EEUU o Argentina, que participan con asiduidad del Circuito Mundial. Por eso es clave conseguir competencias durante el año, para no llegar a los Panamericanos iniciando un proceso casi de cero
De esa manera, la URU se encuentra trabajando en conseguir actividad en el verano boreal. Actualmente hay una invitación para participar en un torneo en Canadá, y otro en España, pero todo dependerá de los fondos que se puedan conseguir.
Además, el desafío será como se mantiene la actividad –la más importante de selecciones, en un año de transición para el XV- durante la disputa del campeonato uruguayo. Una idea que maneja el cuerpo técnico sería mantener entrenamientos cada dos o tres semanas, de manera de no interferir en el trabajo de los clubes, pero a su vez mantener aceitado el sistema de juego, para que cuando se retome el proceso no sea de cero.
También hay otro problema en el horizonte: el Panamericano será en octubre, por lo que la recta final de la preparación, en setiembre, coincidirá con las instancias finales del Uruguayo. De todos modos, de confirmarse el borrador del cronograma planteado por la URU, el campeonato podría estar terminando a mediados de setiembre, por lo que la coincidencia de fechas –y los conflictos detrás- podrían disiparse.