El Poder Ejecutivo reglamentó el proyecto por el cual empresas y mecenas reciben beneficios fiscales por invertir en el desarrollo del deporte
El Poder Ejecutivo reglamentó la semana pasada un proyecto que estaba en las gateras hace tiempo, y que será clave para el desarrollo del deporte uruguayo y una excelente herramienta a la cual podrá recurrir el rugby: la Ley de Fomento del Deporte. A través de esa Ley, las instituciones deportivas tendrán la posibilidad de acceder con mayor facilidad a fuentes de financiamiento, ya que las empresas o personas que inviertan en el desarrollo del deporte tendrán importantes beneficios fiscales.
En su parte medular, la Ley establece que a los “mecenas” que colaboren con federaciones o instituciones deportivas se les contará el 75% de la suma donada como pago a cuenta de los impuestos IRAE o IRPF. El resto se considerará gasto deducible para la liquidación del IRAE.
A las empresas que decidan sponsorear organizaciones o instituciones deportivas se les contará el 40% como pago a cuenta de IRAE y Patrimonio, y el resto como gasto deducible del pago de IRAE.
A su vez, a través de estos proyectos presentados ante el Ministerio, las federaciones podrán acceder a la exoneración de todo tributo generado por importación de equipamiento para la ejecución del proyecto, y a la ”Devolución del Impuesto al Valor Agregado incluido en las adquisiciones de bienes y servicios destinados a integrar el costo de la infraestructura y el equipamiento incluido en la ejecución de los proyectos”.
Para eso, cada Federación deberá presentar ante la Comisión de Proyectos Deportivos (COMPRODE) del ministerio de Turismo y Deporte un proyecto de Proyecto Deportivo Promovido (PRODEP).
Los proyectos podrán dividirse en cuatro grandes categorías: I. Proyectos de formación integral de deportistas, II. Proyectos de entrenamiento deportivo., III. Proyectos de representaciones nacionales, IV. Proyectos de gestión deportiva
El Estado, a través de la COMPRODE, evaluará todos los proyectos que se presenten y establecerá un sistema de otorgamiento de puntaje , generando una lista anual de prioridades y del monto relativo de beneficios a otorgar a cada proyecto.
Para el rugby, es un beneficio a varios niveles: por un lado, la posibilidad de presentar proyectos más atractivos para sponsors, que incluyan beneficios fiscales, además de los comerciales y de imagen que se pueden ofrecer hoy. Pero también es un atractivo extra para las empresas y personas que hoy colaboran desinteresadamente con sus clubes, y que tendrán un beneficio fiscal real por destinar ese dinero a una institución determinada.
El proyecto en su totalidad puede leerse aquí: