Forrester también opinó sobre el atractivo que el juego reducido puede tener para el rugby uruguayo, y las chances de meterse en la competencia mundial

¿Cómo ves a Uruguay en el mundo actual del seven?
El seven está creciendo mucho en todo el mundo, algo que viene muy bien para un país como Uruguay, que por un tema de cantidad de jugadores en seven tiene más chance de lograr éxitos que en XV. Es un poco lo que le pasa a Kenia, que ha logrado meterse entre los cinco mejores y en XV está muy lejos. Creo que Uruguay tiene que aprovechar eso, y lo está haciendo, se está haciendo un trabajo muy bueno para poder ir a Hong a Kong, a Las Vegas, al Mundial.

¿Cuál creés que es el atractivo del Seven para un país como Uruguay?
Hoy el seven tiende a eso, a nivel mundial se le está dando muchísima importancia sobre todo por su carácter de deporte olímpico. Eso lo tiene que aprovechar un país como Uruguay, simplemente porque tiene poca cantidad de clubes, y se le hace más complicado competir a nivel alto en XV. En el seven se puede lograr mucho más, es más accesible. Uruguay se puede hacer conocido por el seven, y está trabajando muy bien, lo demuestra el crecimiento que ha tenido. Sé que es complicado, como lo fue Argentina, porque históricamente se apunta al XV, pero de a poco se dan cuenta que sirve muchísimo el contacto internacional que da el seven, la exigencia física y mental que se consigue si uno va una de estas etapas. En el seven se ve todo, quien está preparado y quién no. A veces en el XV se pueden dibujar un poco más, pero en el seven se ve enseguida el que no sabe tacklear, el que no sabe pasar, es destrezas puras.

¿Qué ventajas puede tener Uruguay para competir en el seven?
Uruguay se está dando cuenta de eso, tienen buenos jugadores además de un corazón muy especial. Como al argentino, al uruguayo no le gusta perder, dejan la vida. El rugby sigue siendo completamente amateur, pero me parece que los jugadores cada vez lo viven más profesionalmente. El camino de Argentina estuvo ahí, se empezó a trabajar más desde los entrenadores, los jugadores, los dirigentes. Los jugadores los ves, se entrenan, se cuidan, los jugadores de antes no lo hacíamos tanto. Uruguay lo está haciendo, por más que no sean profesionales se comportan como tales y ojala que se vean los resultados. Ojalá se pueda a hacer seguir lo que se consiguió en 2012.