Las coincidencias llaman bastante la atención. En esta RWC 2011, se vuelven a encontrar en la definición del certamen aquellos dos equipos que supieron dirimir la primera Copa del Mundo de rugby en aquel lejano 1987. Única vez que los Blacks supieron gritar campeón.

Si bien este deporte ha sabido crecer y cambiar respecto a aquella histórica fecha, no se pueden obviar la cantidad de cosas similares que presenta este certamen respecto a aquel primer Mundial. Coincidencias las cuales ilusionan al público local con ver nuevamente a su seleccionado en lo más alto.

En primera instancia, Nueva Zelanda es nuevamente local. Al igual que la primera RWC, ha sido una máquina de ganar, ya que no conoce otro resultado, e incluso ha sabido dar cátedra frente a la mayoría de sus rivales.

Los 4 equipos que llegaron a semifinales este año (si bien en otro orden de partidos), fueron los mismos que supieron dirimir la Copa del 87. Más aún, los dos que definen el torneo el próximo 23 de octubre, Francia y Nueva Zelanda. Ambos, vuelven a verse las caras en una final luego de 24 años.

Quizás ahora la historia sea diferente. Los galos, llegan con la intención de sacarse no solo la espina de triunfar en aquellas tierras que los viera perder el trofeo hace 24 años; sino también sacarse la mufa y coronarse como el mejor del mundo tras años de frustración.

Nueva Zelanda vive un presente similar. Si bien Francia ha estado entre los 4 mejores 5 de las 6 veces que se jugó la RWC, los Blacks también quieren cambiar la pisada. Históricamente siempre se los ha catalogado como los mejores de todos, pero salvo aquella generación del 87, nunca lo han vuelto a ratificar.

Ambos saben que se juega más que un partido y una final. Es una cita con la historia donde, gane el que gane, se registrará un hecho sobresaliente en la historia. Si lo hace NZ, este volverá a codearse con la gloria tras más de 2 décadas de sequía. Si lo hace Francia, por fin obtendrá su primera Copa del Mundo, tras años de decepciones.

Dos viejos conocidos se encontrarán este domingo en la cancha del Eden Park Stadium. Francia quiere torcer la historia, los Blacks, repetirla. Si bien el local parece ser el favorito, no hay que olvidar que la mística de los galos es dar las gratas sorpresas cuando están contra las cuerdas.

Los antecedentes más cercanos marcan que los All Blacks se hicieron de una victoria inobjetable por la penúltima fecha del grupo A en la actual Copa del Mundo. Pero el segundo partido más cercano en el tiempo, se remonta al Mundial 2007 donde, contra todos los pronósticos fueron los franceses quienes festejaron eliminando en 4tos de final a los maoríes.

Nadie podrá vaticinar nada salvo el tiempo. Faltan 6 días para que el mundo del rugby se paralice, expectante por conocer a su nuevo campeón. Lo que si se puede confirmar, es que será un duelo donde estará en juego no solo la Copa, sino la historia. Para ambos falta muy poco para abrazarse de la Webb Ellis Cup, pero 80 minutos, en una final, serán eternos.

Autor: Federico Chans