Wallabies, semifinalistas a pura eficacia
En un partido por demás luchado, Australia derrotó ajustadamente a los Sprigboks por 11 a 9, aprovechando las pocas chances a favor que tuvo a lo largo de los 80 minutos. Habrá nuevo campeón del Mundo
Como siempre se dice, clásicos son clásicos. Por ende, no se podía esperar menos de la batalla que protagonizarían Wallabies contra Springboks, clásicos rivales, y dos ultra potencias del rugby.
En la previa, no parecía existir un favorito plenamente definido. Ambos equipos llegaban habiendo disputado una primera etapa de RWC bastante aceptable y, en teoría, las posibles diferencias entre uno y otro plantel no eran tales.
Lo que se vería en el verde césped del estadio de Wellington sería una verdadera batalla. Ambas selecciones, muy lejos de querer arriesgar, y por ello perder su pasaje a las semis de la Copa del Mundo, se limitarían a especular y analizar a su adversario.
Tras unos primeros 40 donde los dirigidos por Robbie Deans se dedicaron a defender y aprovechar los errores rivales, Australia derrotaría por 8 a 3 a Sudáfrica que, si bien tuvo el dominio territorial y de juego, nunca supo vulnerar la férrea defensa de los de amarillo
Si bien los Boks tenían control casi absoluto de la ovalada (una constante a lo largo de los primeros 40´ de juego), Australia sorprendería a los dirigidos por de Villiers en base a una defensa asfixiante. La misma, no solo fue muy eficaz y supo cerrar los espacios a lo largo de todo el partido, sino que siempre agobió a los actuales campeones del mundo a la hora de la salida, presionándolos muy arriba en el campo.
Sería pasado los 10 minutos de partido que, tras un grueso error de la defensa de los Boks a la hora de la salida, viéndose nuevamente asfixiado por la presión de Australia, que el capitán Wallabie, James Horwill, aprovecharía el mismo para convertir el primer y único try del primer tiempo. James O´Connor fallaría posteriormente la conversión: 5-0 en el tanteador.
El mismo O´Connor se reivindicaría 5 minutos después cuando, tras la sanción de un penal, acertaría a los palos para dejar las cosas 8-0 y, si bien los Springboks dominaban las acciones, eran los aussies los que concretaban las diferencias.
En lo que quedaba del primero tiempo, nada cambió. Los de verde dominaron e insistieron sobre el ingoal de una defensa australiana que si bien retrocedió cuidando la ventaja obtenida, continuó siendo igual de eficiente a la hora de cortar los circuitos de juego.
Ya finalizando la primera etapa, Morne Stein sería el encargado de convertir un penal para dejar las cosas 8 a 3 a favor de los Wallabies, y en los 40 clavados el mismo jugador fallaría otro lanzamiento a los palos, ejecutado desde mitad de cancha.
Iniciados los segundos 40´ de juego, todo seguiría igual. El que atacaba una y otra vez pero no encontraba huecos en una defensa que se adelantaba y cerraba sus filas a gran velocidad, era Sudáfrica. Los Wallabies cuidaban la diferencia y, en base a ello, intentaban adelantarse en el campo para no pasar sobresaltos en las cercanías de su ingoal.
Si bien la claridad seguía sin aparecer en los jugadores del campeón del Mundo, se destacaba la actitud agresiva con la que estos salieron a jugar la segunda etapa, queriendo llevarse a los australianos por delante. Pero el muro amarillo sería impenetrable.
Condicionado por una defensa solidaria, que no parecía tener fisura alguna, es que los Boks recurrirían a la fricción en mitad de cancha y, a partir de esta, generar faltas. Situación que se vería reflejada en el penal convertido nuevamente por Stein a los 15´ de la etapa complementaria, y que le permitía a los de verde recortar diferencias en el marcador.
Pasados solo 5 minutos de dicha situación, el mismo Stein, esta vez a través de un drop, volvería a convertir para que los Springboks pasasen en el marcador por primera vez en el partido, 9 a 8. Resultado bastante más cercano a la realidad para un equipo que había insistido continuamente en ataque, en comparación a otro que solo se había dedicado a defender y especular.
Si bien todo comenzaba a pintar bien para los campeones del mundo, esta alegría no duraría mucho. A los 72´ de juego, aparecería nuevamente O´Connor que, tras un tonto penal cometido por la defensa sudafricana, aprovecharía este para volver a aventajar a los dirigidos por Robbie Deans por 11 a 9.
En lo que restaría de partido, Sudáfrica iría una y otra vez pero, aquejado por la presión no solo de tener que ganar, sino de defender la corona como mejor del mundo, la claridad desaparecería para los dirigidos por de Villiers.
Además, Australia aprovecharía una y otra vez las imprecisiones de su rival para salir del asedio impuesto por estos, y generaría faltas y pelotas divididas en más de una oportunidad.
Con el pitazo final Australia se clasificó a semifinales de la RWC NZ 2011 y, a su vez, deja afuera no solo a un clásico rival, sino al campeón defensor. Ahora, los Aussies esperan por Nueva Zelanda u Argentina que jugaban en segundo turno.
Sudáfrica se despide de una Copa del Mundo en la que ellos mismos confiaban que estaban para más pero, a fin de cuentas, esta eliminación significa un rotundo fracaso, sobre todo considerando que eran los últimos campeones del certamen.
Australia aprovechó sus contadas chances y, a partir de las mismas, sacó la diferencia. Una vez obtenida esta, se dedicó a administrarla y refugiarse en la soberbia actuación a la hora de defender. Pura eficacia de unos Wallabies que, con cada día que pasa, miran con mayor cariño a la Webb Ellis Cup. Muy cerca pero, a la vez, muy lejos.