La decisión de Gustavo Zerbino de no seguir al frente de la URU causó impacto en los clubes, que este lunes se reúnen en Asamblea a barajar y dar de nuevo
Sorpresa, desconcierto y la conciencia de que habrá que comenzar de cero. Esas son las reacciones más comunes de los dirigentes del rugby uruguayo por estas horas, de cara a la segunda parte de la Asamblea de clubes, que se desarrollará este lunes a la hora 19.
Es que la decisión de Zerbino los dejó absolutamente descolocados. Y para peor, sin un plan B al que recurrir rápidamente. Hay algunos nombres, los mismos que se manejaron hace una semana, aunque ya en ese momento estuvieron lejos de alcanzar un consenso.
Sin embargo ahora todo adquiere otra dimensión, ya sin el nombre de Zerbino sobre la mesa de negociaciones. Habrá que ver si la “coalición” que promovía la continuidad del ahora ex presidente se mantiene, si hay nuevas alianzas, o si –Dios quiera sea así- los dirigentes se iluminan y consiguen dejar diferencias de lado, para por fin apuntar hacia el consenso.
Pero nada será fácil. Porque si ya estará difícil conseguir un candidato a presidente en el que todos estén de acuerdo, más difícil aún será armar la lista de los siete directivos que lo acompañen. Seguro que no será una tarea solo de esta Asamblea, por lo que todo indica que el rugby uruguayo pasará las fiestas en el medio de un cuarto intermedio, sin saber hacia dónde va.